“Prepararse” suena como si tuvieses que entrenar, ponerte un enema, venir con una lista de requisitos cumplidos y para nada, no necesitas mayor cosa para que la consulta de ginecología sea fructífera, alguna cosilla si puede ayudar a que no te quedes con dudas y que la consulta fluya más rápido y orientada, por ejemplo puede ser útil:
Tener la cita con anticipación
Por más que me encante mi trabajo tengo más vida a parte y no tengo consultas todos los días a todas las horas, es verdad que hay cosas que no se pueden predecir, pero también es verdad que la mayoría de los motivos de consulta no son urgentes. A veces puedes conseguir una cita con poca anticipación gracias a cancelaciones de última hora, pero no te fíes. También una estrategia para valorar la urgencia es pedirte una cita telefónica o videoconsulta antes, ya que suelen tener más disponibilidad, así me cuentas lo que te pasa y decidimos con cuanta urgencia hay que buscar cita. Ten en cuenta el plazo de al menos dos semanas.
Ve con tiempo
El acto médico tiene mucho de ciencia y arte, cada paciente es distinta y necesita cosas distintas, a veces iré con retraso, no puedo evitarlo, otras veces me pillarás libre y hasta podrás pasar antes de tu cita. Si voy con retraso créeme que en general no es porque esté posponiendo nuestra consulta por gusto o porque esté haciendo otra cosa, imagínate que alguna de las pacientes del día de verdad tenía alguna historia que necesitaba contarme y no pudimos ignorar, o algún procedimiento o exploración que se llevó más tiempo, imagínate también que podrías ser tú a la que algún día le pase algo que necesite mas tiempo, así que ten paciencia y empatía tenemos que apoyarnos entre todas. Llévate un libro o el móvil con batería, igual puede ser que adelantes alguna otra cosa o tómatelo como un descanso de tanto correr en la vida para centrarte un momento en ti y lo que necesitas. Intenta no hacer citas demasiado contíguas o en lugares lejanos de la ciudad. Las horas de salida de los coles son mi quebradero de cabeza, intenta no pedirte una cita demasiado justa, o ten un plan B para buscar a los niños ese día.
Visualizar la entrevista
Mientras vas en camino a la consulta, o cuando tengas un momento libre imagínate lo que me vas a contar, pueden ser útiles datos como: ¿cuándo empezó el síntoma?, ¿se acompaña de otros?, ¿qué tanto afecta tu calidad de vida? ¿crees que tiene relación con algo en particular?. En general son útiles datos sobre tu patrón menstrual: fecha del primer día de la última regla que tuviste, si tienes alguna app donde apuntes las reglas nos dará estadísticas muy útiles. Si ya estas en la menopausia intenta recordar más o menos que edad tenías cuando tuviste la última regla, o si eres adolescente intenta recordar a que edad tuviste la primera. Si es la primera consulta te preguntaré datos de salud general, medicación y cirugías previas, a veces tienen nombres difíciles de recordar o puede ser que no recuerdes exactamente cuando ocurrieron, si puedes hacer un ejercicio de memoria o buscar informes previos antes de la consulta sería genial. Apúntate las cosas importantes en el móvil, los papeles y libretas se pierden y olvidan, pero hoy en día casi nadie sale de casa sin el móvil.
Apúntate dudas y expectativas
Si hay algo que te tenga pensando, tienes una duda existencial, algo te ronda la cabeza: hazte un favor: apuntalo en el móvil y deja ese espacio de tu cabeza y esas neuronas libres; sino pasarás días con esa carga de recordar y lo peor es que a veces por el ritmo de la consulta lo olvidarás y luego lo recordarás cuando te vayas. No te fíes de tu memoria, lo he visto demasiadas veces. Si vas a hacer un esfuerzo mental intenta pensar en dudas que se te puedan ocurrir, cosas que te hayan dicho sobre tu problema y que te tengan con dudas, recetas que puedas necesitar, también es útil que te apuntes lo que esperas conseguir con la consulta, así antes de irte lo lees y ves si el objetivo fue alcanzado.
¿Y físicamente?
Físicamente sólo necesitas venir con tu cuerpito y listo, si vamos a realizar citología sería útil no tener la regla en ese momento ni haber tenido relaciones sexuales con penetración los 2 últimos días, pero si la consulta es por otra cosa tú ven y ya veremos. Si necesito valorarte en otra fase del ciclo menstrual o alguna condición no se presta para tu caso específico agendaremos una cita más adelante, pero que eso no te impida venir porque es muy difícil predecirlo. La primera consulta de embarazo puede ser un poco frustrante si se hace antes de las 7- 8 semanas (eso es como un mes de retraso) porque a veces no se ha formado todo lo que nos gustaría ver, pero aunque no veamos mucho en la ecografía siempre viene bien para resolver dudas o dar recomendaciones, puede ser que agendemos otra cita de revisión relativamente pronto.
Más bien te voy a decir lo que NO necesitas hacer antes de la consulta:
-No necesitas depilarte (nada)
– No necesitas preparación intestinal
– No necesitas vejiga llena ni vacía
– No necesitas lavados vaginales ni vulvares.
– No necesitas venir con ropa especial y te prometo que no te voy a ver los pies, así que me da igual como los lleves, si te dejas los calcetines o los zapatos, tú como estés más cómoda.
Acompañantes
No es obligatorio venir acompañada, aunque si lo prefieres trae a una persona de tu confianza, recuerda que igual tengo que preguntarte cosas íntimas y si aunque sea un ser querido puede haber cosas que prefieres que no sepa es mejor que nos espere en la sala de espera y si le necesitamos en algún punto le hacemos pasar.
El tema niños puede ser complicado, porque a veces puede ser que tengan otras necesidades que no puedan posponer o que piensen que la consulta es para ellos y se pongan nerviosos, para un niño casi nunca es divertido acompañar a un adulto a la consulta, sin embargo si no tienes con quien dejarles lo entiendo y suelo tener algunos rotus y folios para que nos hagan alguna obra de arte.
Si la consulta es para una adolescente en general prefiero que pasen solas en un principio, las adolescentes pueden consultar solas desde los 14 años y pueden consentir tratamientos desde los 16 años, todo esto según la madurez del menor que es algo que valoramos continuamente en consulta. Muchas veces es la propia adolescente quien pide que entre el adulto a la consulta si necesita algún apoyo, así como también puede pedir que salga por ejemplo para el examen físico. Como representante no te lo tomes a mal, si de verdad quieres lo mejor para tu adolescente tienes que darle el espacio para que consulte con confianza sin sentirse juzgada, no la pondré en peligro ni le haré tomar decisiones que no pueda afrontar, siempre le recomendaré que consulte contigo, pero ella tiene que querer hacerlo.
Si la consulta es para una niña o persona dependiente no la traigas a traición, infórmale a lo que van, dile que la doctora es muy maja (lo soy, de verdad) y que no voy a hacer nada que no quiera ni hablar de cosas que no quiera hablar, ayúdale a preparar la consulta y prepara tú también lo que quieras preguntarme y la información que creas que voy a necesitar.
Si tienes miedo: piensa en el después.
Sé que a veces da miedo ir a la consulta y más de una cancela a última hora por pura ansiedad, todo esto es frecuente y muy normal, pero un truquito para no ser presa del pánico es pensar en el alivio que sentirás después de la consulta cuando tengas el problema resuelto o que en la revisión de salud te confirme que está todo bien, piensa en una pequeña recompensa que puedas darte luego, o agenda citas contíguas con una amiga para que se apoyen mutuamente.
¡Nos vemos en la consulta!